Las solicitudes de residencia en España han aumentado casi un 50% en el último año. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha registrado 724.000 peticiones desde mayo, coincidiendo con el primer aniversario del nuevo Reglamento de Extranjería. Esta cifra contrasta con las 495.000 solicitudes presentadas en los cinco meses anteriores a la entrada en vigor de la nueva normativa.
El gobierno implementó las nuevas regulaciones migratorias con el objetivo de regularizar a 900.000 extranjeros en tres años, unos 300.000 anuales. Desde entonces, 95.000 personas han regularizado su situación a través de los nuevos tipos de arraigo introducidos por la reforma.
Las solicitudes de arraigo familiar experimentaron un incremento del 74,5%. Entre enero y mayo, los solicitantes presentaron 58.000 peticiones, mientras que tras los cambios legales la cifra ascendió a 102.000.
Los permisos de residencia por estudios pasaron de 32.000 a 93.000 solicitudes, triplicándose. Fuentes ministeriales indicaron que algunos datos sobre tipos de arraigo están «adelantados» y «sin depurar».
Cambios en las regulaciones
El nuevo reglamento redujo el requisito de residencia irregular para el arraigo social de tres a dos años.
El arraigo sociolaboral exige al menos 20 horas de trabajo semanal, mientras que el arraigo socioformativo permite trabajar hasta 30 horas semanales.
La normativa introdujo el arraigo de segunda oportunidad, diseñado para personas que previamente tuvieron pero no pudieron renovar permisos de residencia.
El arraigo familiar ya no requiere un período mínimo de permanencia.
Contexto demográfico y económico
El Consejo Económico Social (CES) publicó el "Informe Migración en España", que sitúa el inicio de un nuevo ciclo migratorio en 2019. Según el documento, «en el año 2019 se abría un nuevo ciclo migratorio en el que las circunstancias excepcionales de acceso a la residencia legal han aumentado considerablemente su peso, representando ya el 47%, por encima del 33% suponen las autorizaciones ordinarias de residencia temporal por motivos de trabajo».
La población extranjera en España alcanza actualmente los 9,5 millones de personas, frente a los 2,3 millones de 2002. El CES destaca que «la llegada de personas desde otros países se revela como el factor clave en el mantenimiento del dinamismo demográfico».
Impacto económico
El órgano consultivo señala que la inmigración «ha contribuido a la sostenibilidad del sistema de pensiones mediante su integración laboral, al favorecer el aumento de ingresos por cotizaciones». Sin embargo, este impacto económico positivo depende de una integración laboral de calidad, con colocación en empleos estables y bien remunerados.
En 2024, las autorizaciones de trabajo por cuenta ajena representaron 137.206 solicitudes, el 13% del total de autorizaciones concedidas.
Nota: Este artículo fue creado con Inteligencia Artificial (IA).










