Ártico: Estudio desafía teoría de plataforma de hielo

upday.com 7 godzin temu

Un estudio de la Universidad Ártica de Noruega desafía la teoría de que una gigantesca plataforma de hielo cubrió todo el Océano Ártico durante las edades de hielo más frías. La investigación, publicada en 'Science Advances', no encontró evidencia de una enorme plataforma de hielo de aproximadamente un kilómetro de espesor.

En cambio, el Océano Ártico parece haber estado cubierto por hielo marino estacional, dejando aguas abiertas y condiciones propicias para la vida incluso durante los períodos más fríos de los últimos 750.000 años. Este descubrimiento proporciona información crucial para comprender cómo el Ártico ha respondido al cambio climático en el pasado y cómo podría comportarse en el futuro.

Vida marina activa durante glaciaciones

El equipo de investigación, dirigido por el proyecto Into the Blue - i2B y financiado con una subvención Synergy del Consejo Europeo de Investigación, estudió núcleos de sedimentos del fondo marino de los mares nórdicos centrales y la meseta de Yermak, al norte de Svalbard. Estos núcleos contienen diminutas huellas químicas de algas que vivieron en el océano hace mucho tiempo.

"Nuestros núcleos de sedimentos muestran que la vida marina estuvo activa incluso durante las épocas más frías", asegura Jochen Knies, autor principal del estudio con sede en la Universidad Ártica de Noruega y codirector del proyecto Into The Blue - i2B. "Esto nos indica que debió haber agua clara y abierta en la superficie".

Indicadores clave del hielo estacional

Uno de los indicadores clave que buscó el equipo fue una molécula llamada IP 25, producida por algas que viven en el hielo marino estacional. Su aparición regular en los sedimentos muestra que el hielo marino fluía con las estaciones, en lugar de permanecer congelado todo el año.

Para probar los hallazgos basados en los registros geológicos, el equipo utilizó el Modelo del Sistema Terrestre AWI, un modelo informático de alta resolución. Este simuló las condiciones del Ártico durante dos períodos especialmente fríos: el Último Máximo Glacial hace unos 21.000 años y una congelación más profunda hace unos 140.000 años.

Agua atlántica impidió congelación total

"Los modelos corroboran lo que encontramos en los sedimentos", asegura Knies. "Incluso durante estas glaciaciones extremas, el agua cálida del Atlántico seguía fluyendo hacia la entrada del Ártico. Esto impidió que algunas partes del océano se congelaran por completo".

Los modelos también demostraron que el hielo no era estático. En cambio, se desplazaba con las estaciones, creando aberturas en el hielo por donde la luz podía llegar al agua y donde la vida podía continuar prosperando.

Implicaciones para predicciones futuras

Esta investigación no solo redefine la perspectiva sobre los climas árticos del pasado, sino que también tiene implicaciones para las predicciones climáticas futuras. Comprender cómo el hielo marino y la circulación oceánica respondieron a los extremos climáticos del pasado puede mejorar los modelos que proyectan cambios futuros en un mundo en calentamiento.

"Estas reconstrucciones nos ayudan a comprender qué es posible y qué no en cuanto a la cobertura de hielo y la dinámica oceánica", apunta Gerrit Lohmann, coautor del estudio del Instituto Alfred Wegener, Centro Helmholtz de Investigación Polar y Marina (AWI) y codirector de Into The Blue - i2B.

Plataformas de hielo temporales

Algunos científicos han argumentado que las características del lecho marino ártico sugieren que una enorme plataforma de hielo en tierra cubrió en su día todo el océano. Pero este nuevo estudio ofrece otra explicación más matizada.

"Es posible que hubiera plataformas de hielo de corta duración en algunas partes del Ártico durante fases de frío especialmente intenso", insiste Knies. "Pero no vemos ninguna señal de una única plataforma de hielo masiva que cubriera todo durante miles de años".

Excepción hace 650.000 años

Una posible excepción podría haber ocurrido hace unos 650.000 años, cuando la actividad biológica en el registro sedimentario disminuyó drásticamente. Pero incluso entonces, la evidencia apunta a un evento temporal, no a una capa de hielo prolongada sobre el Ártico.

"Estos patrones pasados nos ayudan a comprender las posibilidades en escenarios futuros", finaliza Knies. "Necesitamos saber cómo se comporta el Ártico bajo presión y a qué puntos de inflexión debemos prestar atención, a medida que responde al calentamiento global".

(EUROPA PRESS) Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.

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