Investigadores del Instituto Carney para la Ciencia del Cerebro de la Universidad de Brown han identificado un biomarcador revolucionario que podría predecir si el deterioro cognitivo leve evolucionará hacia la enfermedad de Alzheimer. Este descubrimiento se basa en el análisis de señales eléctricas del cerebro y representa un avance significativo en el diagnóstico temprano de esta enfermedad neurodegenerativa.
"Hemos detectado un patrón en las señales eléctricas de la actividad cerebral que predice qué pacientes tienen mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad en un plazo de dos años y medio", ha explicado la profesora de neurociencia Stephanie Jones, quien ha liderado esta investigación pionera.
Colaboración internacional en el estudio
El equipo de investigación, en el que ha colaborado la Universidad Complutense de Madrid (UCM), analizó grabaciones de la actividad cerebral de 85 pacientes diagnosticados con deterioro cognitivo leve. Los científicos monitorearon la evolución de la enfermedad durante los años siguientes para establecer patrones predictivos claros.
Para registrar las grabaciones cerebrales, los investigadores utilizaron una técnica no invasiva denominada magnetoencefalografía (MEG) mientras los pacientes se encontraban en reposo con los ojos cerrados. Esta metodología permite capturar la actividad eléctrica del cerebro sin procedimientos invasivos.
Herramienta computacional innovadora
La mayoría de los métodos para estudiar grabaciones MEG comprimen y promedian la actividad detectada, lo que dificulta su interpretación a nivel neuronal. Sin embargo, los investigadores de Brown impulsaron una herramienta computacional denominada 'Spectral Events Toolbox', que revela la actividad neuronal como eventos discretos.
Esta herramienta pionera muestra con exactitud cuándo y con qué frecuencia ocurren los eventos cerebrales, así como su duración y su intensidad. Utilizando esta tecnología, los científicos analizaron los eventos de actividad cerebral en pacientes con deterioro cognitivo leve que se producen en la banda de frecuencia beta.
Diferencias claras en pacientes
La frecuencia beta está implicada en el procesamiento de la memoria, y los investigadores descubrieron diferencias significativas en los eventos beta de los participantes. Estas diferencias fueron evidentes entre quienes desarrollaron Alzheimer en un plazo de dos años y medio y quienes no lo hicieron.
"Dos años y medio antes del diagnóstico de Alzheimer, los pacientes presentaban eventos beta con menor frecuencia, menor duración y menor potencia", según ha detallado la primera autora del estudio, Danylyna Shpakivska. Este patrón específico constituye el biomarcador identificado por el equipo.
Aplicaciones futuras del descubrimiento
A partir de estos hallazgos, los científicos confían en que la herramienta 'Spectral Events Toolbox' pueda ser utilizada para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer antes de que progrese significativamente. "Una vez que se replique nuestro hallazgo, los profesionales sanitarios podrán utilizar nuestras herramientas para el diagnóstico temprano y también para comprobar si sus intervenciones están funcionando", ha destacado Jones.
El equipo pasará ahora a una nueva fase de investigación para estudiar los mecanismos de generación mediante herramientas de modelado neuronal computacional. "Si logramos recrear el fallo cerebral que genera esa señal, podremos colaborar para probar terapias que podrían corregir el problema", ha concluido la especialista. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista 'Imaging Neuroscience'.
(EUROPA PRESS) Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.