Los Mossos d'Esquadra han desmantelado dos plantaciones de cannabis con cerca de 2.000 plantas en el distrito de Sant Martí de Barcelona y han arrestado a tres personas de entre 25 y 49 años. Los incendios consecutivos ocurridos los días 30 de noviembre y 1 de diciembre destaparon las operaciones ilegales, causados por sobrecargas eléctricas de las conexiones fraudulentas a la red pública.
El primer incendio se produjo el 30 de noviembre sobre las 10:30 horas en la calle Zamora. Los bomberos extinguieron el fuego y los agentes descubrieron una plantación con 1.200 plantas de marihuana en diferentes fases de florecimiento, 60 pantallas de iluminación, equipos de aire acondicionado y ventiladores. La policía arrestó a una persona sin antecedentes penales. El valor estimado de la droga en el mercado negro alcanzaba los 127.000 euros.
Al día siguiente, el 1 de diciembre sobre las 22:00 horas, otro incendio en la calle Auger reveló una segunda plantación con 700 plantas de cannabis y diversos elementos de cultivo. La Guardia Urbana de Barcelona respondió al fuego y activó a los Mossos. Los agentes detuvieron a dos personas que intentaban abandonar el lugar en un vehículo.
Los técnicos de Endesa colaboraron en el desmantelamiento de las instalaciones eléctricas fraudulentas y cuantificaron la energía defraudada: 452.936 kWh, equivalente al consumo anual de 130 viviendas. Las propiedades estaban alquiladas y no ocupadas, lo que complicó inicialmente las investigaciones.
Riesgos e investigación abierta
Los Mossos mantienen una investigación abierta para determinar si existe crimen organizado vinculado al narcotráfico detrás de estas plantaciones. Uno de los detenidos fue presentado ante el Juzgado de Instrucción de Barcelona el 3 de diciembre, acusado de tráfico de drogas y fraude eléctrico. Los otros dos arrestados permanecen bajo investigación por los mismos delitos.
La policía advierte sobre los riesgos asociados a estas instalaciones eléctricas de alta potencia: sobrecargas en la red eléctrica, incendios y posibles fugas de agua que pueden causar daños estructurales en propiedades adyacentes. Los Mossos también destacan las fuertes emisiones de olor que afectan negativamente el bienestar de los vecinos, causando trastornos del sueño, dolores de cabeza, cambios de humor y vómitos.
Los agentes observan que un segmento de la población local, no tradicionalmente vinculado al mundo delincuencial del tráfico de drogas, está empezando a traficar marihuana. Los grupos organizados reclutan a profesionales legales como electricistas, agencias de alquiler y empresas de transporte para apoyar sus operaciones. El año pasado en Cataluña se incautaron 542.100 plantas de cannabis, de las cuales 10.738 fueron detectadas en Barcelona, casi un 2% del total.
Nota: Este artículo fue creado con Inteligencia Artificial (IA).




