La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la principal organización indígena del país, anunció este miércoles el cese del paro que había paralizado el tráfico en múltiples provincias. Las protestas afectaron principalmente a Imbabura, en el norte del país, junto a otras organizaciones y filiales.
El presidente de la Conaie, Marlon Vargas, explicó la decisión en una declaración grabada: «Hemos tomado una decisión difícil, pero necesaria: el cese del paro, despejar las vías y replegarnos a nuestros territorios para proteger la vida de nuestra gente». Vargas llamó a sus bases «a replegarse a los territorios y comunidades».
Demandas al gobierno
La organización indígena mantiene sus exigencias al presidente Daniel Noboa. Vargas instó al mandatario a «desmilitarizar de inmediato todos los territorios» de las comunidades indígenas y liberar a «los detenidos durante las manifestaciones», incluidos «los 12 de Otavalo» arrestados por el incendio de un cuartel policial.
Además, reclamó «atención y reparación» para las familias de las víctimas mortales y heridos. También pidió que no se persiga a los dirigentes y miembros de la Conaie.
Campaña contra el referéndum
Pese al fin del paro, Vargas aseguró que «la resistencia continúa en asambleas (...) para preparar la campaña por el 'No' en la consulta popular y el referéndum» impulsados por Noboa. Estas consultas prevén la formación de una Asamblea Constituyente, apertura de bases militares extranjeras, reducción de asambleístas y eliminación del financiamiento estatal a partidos políticos.
«En defensa de la constitución, la democracia y los derechos adquiridos, impulsaremos una campaña ciudadana, amplia y participativa, y llamamos a todos los movimientos sociales a sumarse a esta campaña por el 'No'», destacó el dirigente.
Alcance de las protestas
Las protestas comenzaron hace exactamente un mes tras la retirada del subsidio al diésel, con carácter nacional e indefinido. Imbabura fue la provincia más afectada, aunque también hubo protestas esporádicas en cinco de las 24 provincias del país, como Pichincha y Carchi, principalmente mediante cortes de carreteras.
Los enfrentamientos se extendieron en Cotacachi, Otavalo e Ibarra, y en menor medida en Cayambe y el norte de Quito. La respuesta del gobierno incluyó la movilización del Ejército, y en los enfrentamientos murió al menos un comunero indígena.
El anuncio llegó después de que Noboa afirmase que su gobierno se disponía a reabrir «todas las vías» en un plazo de 48 horas. Las Fuerzas Armadas y de Seguridad mantenían reuniones para emprender las acciones previstas por el mandatario.
Fuentes utilizadas: "EuroPress" Nota: Este artículo ha sido creado con Inteligencia Artificial (IA).