El PSOE y Sumar se reúnen este viernes para abordar la crisis de coalición que sacude al gobierno. El encuentro llega después de que la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz pidiera una remodelación del Ejecutivo y el presidente Pedro Sánchez la rechazara. Las expectativas de alcanzar un acuerdo son mínimas.
La reunión tendrá un perfil discreto. El PSOE envía a Rebeca Torró, secretaria de organización de Ferraz, mientras que Sumar acudirá con los secretarios de organización de todas sus formaciones. La hora y el lugar no se habían hecho públicos al cierre de esta información.
La demanda rechazada de Díaz
Yolanda Díaz exigió la semana pasada una remodelación profunda del gobierno ante los casos de acoso sexual y corrupción que afectan al PSOE. El presidente Sánchez se reunió con ella a principios de esta semana y rechazó su petición.
La ministra de Hacienda María Jesús Montero descartó el jueves cualquier remodelación. «No va a haber ninguna remodelación del Gobierno, se va a sustituir a la ministra portavoz que va a ser la próxima presidenta de Aragón», afirmó en Sevilla. Solo se sustituirá a Pilar Alegría, que deja Educación para centrarse en su candidatura en Aragón.
Tensiones públicas entre socios
La crisis provocó un intercambio de acusaciones entre ambos socios de coalición. El PSOE considera la demanda de Díaz una muestra de "deslealtad" y "debilidad política". Ministros socialistas tacharon la petición de «error clamoroso» y afirmaron que la vicepresidenta «se ha pegado un tiro en el pie».
Sumar acusa al PSOE de «inmovilismo» y advierte que mantener el statu quo solo beneficia a Vox. El partido exige nuevos rostros para asumir «responsabilidades políticas» y reclama un cambio de rumbo programático.
Posiciones enfrentadas sobre Vox
Los socios discrepan también sobre las causas del ascenso de la ultraderecha. Sumar atribuye el crecimiento de Vox a la inacción del gobierno. Sánchez rebatió esta interpretación desde Bruselas: «El crecimiento al menos demoscópico de la ultraderecha, ya veremos cuando haya elecciones cuál es su materialización, nada tiene que ver con la acción del Gobierno y tiene todo que ver con el blanqueamiento que está haciendo la derecha de la ultraderecha».
El presidente intentó rebajar las tensiones destacando los puntos en común. «Pese a las discrepancias, porque somos organizaciones políticas con una cultura diferente, hay muchas cosas que nos unen al PSOE y a Sumar», señaló. «La principal es la hoja de ruta de avances que estamos implementando en estos siete años de Gobierno, y en lo que nos queda por hacer hasta el año 2027».
Demandas de Sumar
Sumar plantea que la reunión sirva para «evaluar y diagnosticar» la situación. Fuentes del espacio de coalición afirman: «Debemos aprobar medidas que hagan que este gobierno de coalición le siga valiendo la pena a la gente». El partido reclama una agenda social ambiciosa, especialmente en vivienda, y aboga por extender el moratorio antidesahucios que expira el 1 de enero.
«Con la que está cayendo, y más sabiendo lo que la ultraderecha está trayendo consigo en aquellos gobiernos europeos en los que ha entrado, no nos podemos permitir otra cosa que no sea pasar a la acción», señalan fuentes de Sumar. El partido advierte que valorará si merece la pena seguir en el gobierno si el PSOE no acepta reconducir la legislatura.
Montero minimizó las tensiones y defendió la relación con el socio. «Nuestra relación con Sumar es muy fluida», aseguró. La ministra indicó que en el encuentro se abordarán el «impulso político» y las «preocupaciones» de los socios.
Nota: Este artículo fue creado con Inteligencia Artificial (IA).




