El Gobierno ha aprobado este martes una contribución voluntaria de dos millones de euros al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). El objetivo: financiar actividades de apoyo a refugiados y personas desplazadas en el campo de M'Bera, en la región de Hodh Chargui de Mauritania. La decisión responde a una crisis humanitaria agravada por la afluencia masiva de refugiados que ha generado tensiones demográficas y sociales en esta zona fronteriza con Mali.
La ayuda «busca mejorar las condiciones de vida» tanto de los refugiados como de las comunidades locales que los acogen, según ha informado el Ejecutivo. El campo de M'Bera se encuentra en una región especialmente vulnerable, donde la presión migratoria amenaza el equilibrio social.
Crisis en el Sahel
El Gobierno ha subrayado que la estabilidad de Mauritania «se ve amenazada por el deterioro de la situación política y de seguridad en el Sahel». El país africano se ha convertido en un «país de tránsito y, cada vez más, de destino; la afluencia masiva de refugiados ha generado una crisis humanitaria en la región de Hodh el Chargui, fronteriza con Mali, poniendo en peligro el frágil equilibrio demográfico del país».
Relevancia para España
Mauritania es vecino de la Unión Europea y de España, con quien comparte frontera marítima a través de las Canarias. Esta proximidad geográfica convierte la estabilidad del país africano en un asunto de interés estratégico para España.
Nota: Este artículo fue creado con Inteligencia Artificial (IA).







