Las expectativas sobre el dolor influyen en la experiencia de diferentes maneras según una nueva investigación de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos publicada en 'JNeurosci'. El estudio revela que la forma en que se moldean estas expectativas puede tener efectos distintos en cómo las personas experimentan el dolor físico.
Los investigadores, dirigidos por Lauren Atlas, exploraron si las distintas maneras de moldear las expectativas influyen de forma diferente en las experiencias de dolor físico. Las expectativas previas pueden influir en la intensidad del dolor que las personas finalmente sienten, y estas pueden verse moldeadas por señales externas o por la información verbal de los profesionales sanitarios.
Estudio con 40 voluntarios sanos
El equipo presentó sus hallazgos tras analizar a 40 voluntarios sanos que calificaron cuán doloridos estaban después de una estimulación térmica dolorosa durante exploraciones de neuroimagen. Los participantes aprendieron señales externas para el dolor, que variaron de un ensayo a otro.
En algunos ensayos, los participantes también recibieron una loción de "tratamiento" placebo. Las señales externas aliviaron el dolor en todos los participantes, pero solo la mitad reportaron sentir menos dolor con la introducción del tratamiento placebo.
Diferentes mecanismos cerebrales identificados
Los investigadores encontraron que las señales predictivas fueron menos impactantes cuando los pacientes también recibieron tratamiento placebo. Los efectos combinados de las señales y el tratamiento se vincularon a la actividad en varias regiones cerebrales distintas.
Hubo asociaciones neuronales separadas con los efectos de las señales externas solas o de la loción placebo sola. Solo las señales externas afectaron a un biomarcador cerebral para el dolor, mientras que las expectativas del tratamiento influyeron en las áreas cerebrales evaluativas.
Implicaciones para la práctica clínica
Las expectativas moldeadas por señales externas o información sobre tratamientos pueden tener diferentes mecanismos para influir en el dolor. Este trabajo sugiere que las expectativas basadas en señales tienen efectos más consistentes que las expectativas basadas en el tratamiento, algo que los profesionales clínicos deberían tener en cuenta.
Atlas afirma: "Si un médico dice: 'Esto va a doler', es una señal. Cuando un médico explica: 'Este tratamiento va a aliviar su dolor', es un tipo de expectativa diferente. Los médicos deben saber que la forma en que informan a los pacientes tendrá un impacto diferente en la intensidad del dolor que sienten".
(EUROPA PRESS) Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.