El Atlético de Madrid venció por 3-1 al Levante en el Riyadh Air Metropolitano, pero tuvo que sufrir más de lo esperado ante el recién ascendido. Antoine Griezmann, que entró desde el banquillo, marcó los dos goles decisivos que resolvieron un partido que se le complicó al equipo de Diego Simeone.
El partido comenzó con dominio del Atlético, que se adelantó en el minuto 12 tras un autogol de Dela. Sin embargo, la falta de precisión en el último tercio permitió al Levante igualar en el minuto 21 por medio de Manu Sánchez, exjugador de la cantera rojiblanca. El portero del Levante, Matthew Ryan, realizó varias intervenciones clave en la primera mitad.
Griezmann salva al Atlético
El francés entró al terreno de juego alrededor del minuto 60 y cambió el partido de inmediato. Primero estableció el 2-1 nada más ingresar, y más tarde en la segunda mitad selló el 3-1 definitivo tras una jugada iniciada por Llorente y Julián Álvarez. Su efectividad desde el banquillo contrastó con la falta de puntería del equipo titular.
El Levante demostró que no había subido por casualidad. A pesar de ir por detrás en el marcador, el equipo de Julián Calero no se replegó y buscó constantemente el arco de Oblak. Gil Manzano anuló un gol tardío de Carlos Álvarez que podría haber complicado aún más el final.
La victoria permite al Atlético mantenerse en la lucha por el título, aunque evidenció carencias preocupantes en la definición. El conjunto rojiblanco necesitó de la calidad de Griezmann para resolver un encuentro que debía haber sido más cómodo según las fases de dominio que generó.
Nota: Este artículo fue creado con Inteligencia Artificial (IA).





