La Unión Europea alcanzó un consenso político para reducir sus emisiones un 90% para 2040, comparado con los niveles de 1990. El acuerdo, logrado tras intensas negociaciones nocturnas entre los 27 estados miembros, incluye medidas de flexibilidad que fueron cruciales para ganar el respaldo de países inicialmente reacios.
La Presidencia del Consejo de la UE describió el resultado como «un compromiso muy fuerte» y «lo mejor que podíamos haber logrado». Las negociaciones «han sido muy difíciles», reconoció, reflejando las tensiones entre países con diferentes prioridades industriales.
Voces disidentes
Eslovaquia, Polonia y Hungría declararon que el enfoque general del documento «es inaceptable», citando preocupaciones sobre el impacto en sus industrias. Este grupo, junto con República Checa e Italia, había frenado previamente las negociaciones oponiéndose a los objetivos de Bruselas. España, Alemania y los países escandinavos, en cambio, apoyaron desde el inicio la meta.
Compromiso vinculante
La Presidencia danesa del Consejo especificó que la reducción del 90% será «legalmente vinculante». «De este modo, la UE llega a la cumbre del clima con una posición fuerte. Queremos que la descarbonización sea clave para nuestra industria y una fuente de competitividad», afirmó.
El acuerdo posiciona a la UE de cara a la cumbre climática que se celebrará en Belém, Brasil, donde buscará presentarse como líder en descarbonización industrial.
Nota: Este artículo fue creado con Inteligencia Artificial (IA).
