Las familias en riesgo de pobreza y exclusión social en España destinan casi el 60% de su gasto total a vivienda y alimentación. Esta presión económica les obliga a reducir o eliminar alimentos esenciales y nutritivos de su cesta de la compra, según revela un nuevo informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES).
El estudio, basado en la Encuesta de Presupuestos Familiares del Instituto Nacional de Estadística (INE), detalla que el 40,9% del gasto de estos hogares se dedica a vivienda y suministros, mientras que el 18,7% se destina a alimentación. Este reparto deja un margen mínimo para otras necesidades básicas como transporte, sanidad, educación, ropa, ocio o vida social.
La falta de recursos económicos fuerza a estas familias a eliminar de su cesta productos como pescado, carne de vacuno de alto coste, embutidos, alimentos infantiles específicos y productos frescos de calidad. En su lugar, priorizan alimentos baratos y calóricos sobre opciones nutricionalmente recomendadas, lo que genera un riesgo de déficits nutricionales, especialmente en hogares con niños y adolescentes.
El problema no es la gestión, sino los ingresos
La EAPN-ES señala en el informe «La cesta de la compra de familias en riesgo de pobreza y exclusión social» que el núcleo del problema no radica en cómo gestionan sus recursos las personas en situación de pobreza. La organización afirma: «Las personas en pobreza no gastan más: renuncian a derechos. El problema no es cómo gestionan sus recursos, sino que los ingresos y las políticas públicas no cubren el coste real de vivir con dignidad».
El informe, elaborado con testimonios de personas con experiencia en pobreza y aportaciones de expertos, describe una "habitual situación de emergencia" agravada por el aumento de los precios de la vivienda y los alimentos. El acceso a una vivienda digna se consolida como factor principal de empobrecimiento, con costes de alquiler que absorben porciones cada vez mayores del presupuesto familiar. La pobreza energética añade otra capa de dificultad, obligando a las familias a elegir entre necesidades básicas.
Llamado a una respuesta estructural
La EAPN-ES reclama una respuesta política estructural que incluya medidas concretas: garantizar los derechos de vivienda, reforzar el bono social energético, asegurar alimentación saludable y accesible, proteger los servicios públicos como pilares fundamentales de inclusión social y aplicar una perspectiva de género en todas las políticas de gasto y cuidados.
El estudio identifica como causas principales de la pobreza los factores económicos —especialmente los precios de la vivienda—, la carga del tiempo que dificulta la planificación eficiente y el autocuidado, la discriminación de género y las desigualdades territoriales.
Nota: Este artículo fue creado con Inteligencia Artificial (IA).





