Las orcas, también conocidas como ballenas asesinas, han demostrado un comportamiento sorprendente al intentar compartir su comida con los seres humanos. Una nueva investigación publicada en el Journal of Comparative Psychology documenta 34 interacciones a lo largo de dos décadas en las que estos cetáceos en libertad ofrecieron alimento a personas.
Los incidentes se registraron en océanos de todo el mundo, desde las costas de California hasta Nueva Zelanda, Noruega y la Patagonia. Este comportamiento sugiere que las orcas podrían estar interesadas en establecer relaciones con los humanos, según los investigadores.
Comportamiento social entre especies
"Las orcas suelen compartir alimento entre sí; es una actividad prosocial y una forma de forjar relaciones entre ellas", afirmó Jared Towers, autor principal del estudio de Bay Cetology en Columbia Británica, Canadá. "El hecho de que también compartan alimento con los humanos podría indicar su interés en relacionarse con nosotros".
El equipo de investigación, formado por Towers, la doctora Ingrid Visser del Orca Research Trust de Nueva Zelanda, y Vanessa Prigollini de la Asociación de Educación Marina de La Paz, México, recopiló y analizó información detallada sobre estos encuentros únicos. Los datos incluyen tanto experiencias propias como testimonios de terceros.
Criterios estrictos para el análisis
En 11 ocasiones, las personas se encontraban en el agua cuando las orcas se acercaron con su ofrenda. En 21 casos, los humanos estaban en embarcaciones y en dos ocasiones, en la orilla. Algunos encuentros fueron documentados en video y fotografías, mientras que otros se describieron en entrevistas con los investigadores.
Para ser incluidos en el análisis, los incidentes debían cumplir criterios muy específicos. Las orcas tenían que haberse acercado por iniciativa propia, sin que las personas se hubieran aproximado demasiado a las ballenas, y haber dejado caer el objeto frente a ellas.
Persistencia en las ofrendas
En todos los casos excepto uno, las orcas esperaron para observar la reacción humana después de hacer la ofrenda. En siete ocasiones, los cetáceos intentaron más de una vez ofrecer el alimento después de que las personas lo rechazaran inicialmente.
Esta persistencia demuestra una intención clara por parte de las orcas de establecer algún tipo de intercambio. El comportamiento recuerda al de animales domésticos como perros y gatos, que a veces ofrecen comida a los humanos.
Primeras descripciones científicas detalladas
Esta investigación marca algunas de las primeras descripciones científicas detalladas de un comportamiento similar en animales no domesticados. Según los investigadores, esto tiene sentido dado que las orcas son animales extremadamente inteligentes y sociales.
Estos cetáceos comparten comida habitualmente para forjar relaciones tanto con sus parientes como con individuos no emparentados. Además, suelen cazar presas mucho más grandes que ellas, por lo que frecuentemente les sobra alimento.
Múltiples explicaciones posibles
"Ofrecer comida a los humanos podría ofrecer simultáneamente oportunidades para que las orcas practiquen comportamientos culturales aprendidos, exploren o jueguen, y al hacerlo aprendan sobre nosotros, nos manipulen o desarrollen relaciones con nosotros", escribieron los investigadores. Las avanzadas capacidades cognitivas y la naturaleza social de esta especie hacen posibles todas estas explicaciones.
El estudio abre nuevas perspectivas sobre la inteligencia de las orcas y su capacidad para interactuar con otras especies de manera compleja y aparentemente intencional.
(EUROPA PRESS) Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.
