El Gobierno británico ha anunciado este lunes la reapertura de su embajada en Teherán tras el cierre temporal provocado por la ofensiva militar lanzada por Israel contra Irán el pasado 13 de junio. La representación diplomática ya cuenta con un encargado de negocios, según confirmó el subsecretario de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores británico.
Hamish Falconer informó al Parlamento británico que Londres seguirá trabajando "para garantizar la seguridad de los ciudadanos británicos en Irán". El alto cargo aseguró que las autoridades buscarán "mantener una relación lo más amplia posible con la sociedad iraní en general".
Búsqueda de solución diplomática
El subsecretario británico advirtió que los avances diplomáticos "deben celebrarse con rapidez y con verdadera seriedad". Falconer reconoció una "larga historia de diplomacia nuclear con Irán que no ha sido exitosa", aunque el Gobierno mantiene su compromiso de encontrar una solución pacífica.
Reino Unido está dispuesto a "tomar medidas, incluido el 'snapback', si no avanzamos en la diplomacia", señaló el responsable. Este mecanismo permite al grupo E3 -integrado por Francia, Reino Unido y Alemania- reanudar las sanciones suspendidas durante las negociaciones con Irán.
Inspecciones nucleares como prioridad
Falconer reclamó que "es absolutamente vital que se permita a los inspectores del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) volver a Irán". El subsecretario considera estas inspecciones como "la base fundamental sobre la que se puede construir la confianza para una solución diplomática".
El alto el fuego entre Israel e Irán, firmado el pasado 24 de junio, ha sido recibido con satisfacción por el Gobierno británico. Las hostilidades comenzaron cuando Israel lanzó una ofensiva militar contra Irán, que respondió con misiles y drones.
Escalada con participación estadounidense
Estados Unidos se sumó días después al conflicto atacando instalaciones nucleares en Irán. La respuesta iraní incluyó un ataque con misiles contra una base militar estadounidense en Qatar, para el que Teherán dio aviso previo a Washington y que no causó víctimas.
Las hostilidades han dejado un balance de 1.100 víctimas mortales y cerca de 5.600 heridos en territorio iraní. La reapertura de la embajada británica marca un paso en las relaciones diplomáticas tras semanas de tensión en la región.
(EUROPA PRESS) Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.