Los médicos de toda España han iniciado hoy una huelga de cuatro días consecutivos contra la reforma del Estatuto Marco del Ministerio de Sanidad. Es la tercera movilización nacional del sector en seis meses, convocada por la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA), que exigen un estatuto propio que reconozca las necesidades específicas de su profesión.
La protesta se produce en pleno repunte de infecciones por virus respiratorios, lo que aumenta la presión sobre el sistema sanitario. Las manifestaciones comenzarán hoy a las 10 horas en Madrid, con una marcha del Congreso al Ministerio de Sanidad organizada por la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts). En Barcelona, Metges de Catalunya ha convocado dos concentraciones: una hoy a las 10:30 horas desde la Delegación del Gobierno hasta la Plaza Sant Jaume, y otra mañana miércoles desde la Facultad de Medicina hasta el Departamento de Salud de la Generalitat.
Servicios mínimos garantizados
Los servicios de urgencias, cuidados intensivos y tratamientos vitales como radio y quimioterapia funcionarán al 100% durante la huelga. El impacto se notará principalmente en las consultas de atención primaria, las consultas de especialidades y la actividad quirúrgica no urgente. En Andalucía, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha establecido que el 90% del personal de los servicios 061 y el 75% de Salud Responde deben mantenerse operativos. En hospitales, los refuerzos podrán alcanzar hasta el 50% de los médicos habituales de urgencias en fin de semana.
Xavier Lleonart, secretario general de Metges de Catalunya, advirtió en declaraciones a 3 Cat: «Si no hacemos huelga, si seguimos como hasta ahora, el sistema terminará explotando, si es que ya no ha explotado». Lleonart denunció que la administración puede asignar «40, 50, 60 visitas en una agenda de un médico de atención primaria», lo que puede obligar «a un trabajador a trabajar 24 horas seguidas sin descanso».
División sindical profunda
La reforma propuesta por el Ministerio ha generado una división entre los sindicatos sanitarios. Mientras CESM y SMA reclaman una ley específica para médicos o un capítulo propio dentro del Estatuto Marco, otros sindicatos como UGT, CCOO, CSIF, SATSE-FSES y CIG-Saúde rechazan frontalmente esta diferenciación y han programado una huelga indefinida para enero. Estos últimos acusan al Ministerio de «deslealtad» por mantener negociaciones «paralelas» con los sindicatos médicos.
El borrador del Ministerio, fruto de más de 60 reuniones con sindicatos y comunidades autónomas, plantea ofertas de empleo público obligatorias cada dos años, la reducción de las guardias de 24 horas a un máximo de 17, la delimitación de turnos semanales y el reconocimiento de periodos de descanso obligatorios antes y después de los turnos sin generar deuda horaria. La ley que pretende reformar lleva paralizada dos décadas.
Críticas desde las comunidades
Antonio Sanz, consejero de Sanidad de la Junta de Andalucía, ha exigido la «retirada inmediata del borrador del estatuto marco» y acusó a la ministra Mónica García de buscar «la confrontación en temas que no son de su competencia en lugar de dar soluciones a los problemas de la sanidad pública de España». Sanz denunció el «malestar» profesional generado por la «inacción» del gobierno central y advirtió que otros colectivos sanitarios como enfermería, técnicos y fisioterapeutas muestran «fricciones» y «preocupación», ya que «temen que la nueva clasificación profesional pueda romper dinámicas de equipo y organización ya consolidadas».
El Ministerio de Sanidad ha apelado a la «responsabilidad colectiva» para no bloquear un texto que considera una «oportunidad histórica» tras dos décadas de parálisis. Garantiza que el borrador recoge «todas aquellas demandas que se encuentran dentro de su ámbito competencial», aunque reconoce que no puede incluir peticiones inconstitucionales o que corresponden a las competencias autonómicas.
Nota: Este artículo fue creado con Inteligencia Artificial (IA).
