El Ministerio de Transporte de Azerbaiyán ha descartado este jueves la presencia de explosivos en el avión de Azerbaijan Airlines que se estrelló el 25 de diciembre de 2024 cerca de Aktau, en Kazajistán. El informe confirma que los daños fueron causados por fragmentos metálicos externos, lo que respalda la teoría de que el aparato fue alcanzado por restos de misiles antiaéreos rusos.
«Según los resultados del examen, no se encontraron rastros de explosivos en los tres cilindros sometidos a examen», señala el documento oficial. Las investigaciones técnicas determinaron que objetos sólidos externos, específicamente fragmentos metálicos de una aleación basada en acero, dañaron las tuberías del sistema hidráulico. El informe mantiene la hipótesis de que se trata de fragmentos de ojiva, aunque el origen exacto aún no ha sido determinado.
Declaraciones de Putin
En octubre de 2025, el presidente ruso Vladímir Putin reconoció que dos misiles de los sistemas de defensa antiaérea rusos, disparados contra tres drones ucranianos en el espacio aéreo ruso cerca de Grozni, no impactaron directamente el avión pero explotaron a pocos metros de distancia. Putin atribuyó la responsabilidad última del incidente a los drones ucranianos, calificándolo de «tragedia» y expresando sus condolencias a las familias de las víctimas. Las autoridades ucranianas, por su parte, han culpado a Moscú del siniestro.
El día del accidente
El avión cubría la ruta entre Bakú, capital de Azerbaiyán, y Grozni, capital de Chechenia, cuando ocurrió el impacto. El piloto percibió la colisión como un choque con una bandada de pájaros. Los controladores aéreos rusos solicitaron a la tripulación aterrizar en Majachkalá, en el Daguestán ruso, pero el aparato cesó las maniobras de aterrizaje de emergencia debido a la densa niebla en Grozni y se desvió finalmente hacia Aktau.
El accidente dejó 38 fallecidos de las 67 personas que viajaban a bordo y cerca de treinta heridos.
Nota: Este artículo fue creado con Inteligencia Artificial (IA).





