Estados Unidos ha impuesto este jueves un nuevo paquete de sanciones contra Irán y su denominada "flota fantasma", con la que el régimen de los ayatolás intenta sortear los castigos internacionales para seguir exportando petróleo. Las medidas también afectan al partido-milicia libanés Hezbolá.
La decisión forma parte de un esfuerzo reforzado de la Administración del presidente Donald Trump para presionar a Teherán a regresar a las negociaciones sobre su programa nuclear. Esta iniciativa surge tras el conflicto entre Israel e Irán, que llevó a Estados Unidos a atacar instalaciones nucleares iraníes.
Seis entidades bajo sanción
Las sanciones afectan a seis entidades, cuatro buques y siete líderes de Hezbolá. Entre las entidades sancionadas se encuentran aquellas que pertenecen al empresario iraquí Salim Ahmed Said, utilizadas para "transportar petróleo iraní haciéndolo pasar por crudo iraquí".
"Como ha dejado ya claro el presidente Trump, el comportamiento de Irán lo ha dejado debilitado. Aunque tenía todas las oportunidades para elegir la paz, sus líderes han elegido el extremismo", ha declarado el secretario del Tesoro, Scott Bessent. El funcionario explicó que las "redes que se transportan y compran miles de millones de dólares en petróleo iraní, del cual se beneficia la Guardia Revolucionaria", han sido sancionadas.
Presión sobre recursos financieros
Las medidas buscan hacer frente a "todas esas redes acusadas de facilitar el transporte de este petróleo", según detalla el comunicado oficial. Los cuatro buques sancionados forman parte de esta estrategia para cortar las vías de financiación del régimen iraní.
"El Tesoro seguirá intensificando la presión sobre la capacidad del régimen de acceder a recursos financieros que respaldan sus actividades de desestabilización", ha resaltado Bessent. Esta declaración subraya la intención de Washington de mantener la presión económica sobre Teherán.
Hezbolá en el punto de mira
Por separado, las autoridades estadounidenses han impuesto sanciones contra siete líderes de Hezbolá y una entidad vinculada a la institución financiera Al Qard Al Hasán, afín al grupo. El objetivo es "limitar la influencia de Hezbolá" en la región.
"Vamos a seguir utilizando todas las herramientas a nuestro alcance para garantizar que este grupo terrorista no suponga una amenaza para la población libanesa en la región", ha indicado el Departamento de Estado. Los funcionarios estadounidenses señalaron que "estos líderes, mediante el desarrollo de sus funciones, han facilitado la evasión de las sanciones impuestas".
(EUROPA PRESS) Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.
