La erradicación de la bacteria H. pylori no sólo mejora los síntomas dispépticos, sino que también reduce "significativamente" el riesgo de recidiva ulcerosa y cáncer gástrico en las poblaciones de riesgo. Así lo afirma la doctora Eliana Montiel Portillo, especialista del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Hospiten Sur.
La Helicobacter pylori es una bacteria común que aparece en la mucosa gástrica de más de la mitad de la población. A pesar de ser asintomática en la mayoría de los casos, puede derivar en complicaciones gastrointestinales graves si no se trata con antelación, advierte la especialista.
Síntomas que deben alertar
Los principales síntomas se manifiestan a través del dolor y distensión abdominal, náuseas o pérdida de apetito, entre otros. La doctora Montiel Portillo recomienda a aquellas personas que experimentan síntomas digestivos persistentes o que tengan antecedentes familiares de cáncer gástrico que se realicen una prueba para valorar el estudio y erradicar la bacteria.
El diagnóstico puede ejecutarse mediante pruebas más simples, como el test del aliento con urea marcada con 13C o 14C y el test de antígeno en heces. También existen opciones más complejas como la endoscopia digestiva alta con biopsia gástrica, explica la doctora.
Preparación para las pruebas
Es necesario suspender los protectores gástricos al menos dos semanas antes de realizar una prueba diagnóstica. Esta medida es fundamental para garantizar resultados precisos en la detección de la bacteria.
En cuanto al tratamiento, la especialista comenta que en los casos estándar se recetan protectores de estómago que reducen la cantidad de ácido gástrico, además de una combinación de antibióticos. "Actualmente, se está utilizando la terapia cuádruple con bismuto, sobre todo en regiones con altas tasas de resistencia antibiótica", destaca.
Confirmación del éxito del tratamiento
Tras finalizar el tratamiento, la doctora recomienda repetir una de las pruebas de diagnóstico no invasivas para confirmar la correcta eliminación de la bacteria. El test de aliento se considera la primera elección para esta verificación posterior al tratamiento.
(EUROPA PRESS) Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.