La Guardia Civil detuvo nuevamente el 12 de noviembre a un hombre que se hacía pasar por representante deportivo, acusado de abusos sexuales y corrupción de 61 menores en Las Palmas. El detenido ingresó inmediatamente en prisión tras violar las medidas judiciales que le prohibían realizar actividades relacionadas con menores, al organizar un viaje deportivo con varios jóvenes.
La operación 'Fake manager' reveló un patrón de abuso «altamente planificada y estructurada», según indicó la Guardia Civil en un comunicado difundido por EUROPA PRESS. El acusado operaba en el entorno digital, donde utilizaba la manipulación emocional y falsas promesas de promoción deportiva para captar a sus víctimas. Les ofrecía supuestas oportunidades como pruebas en clubes de alto rendimiento, inclusión en bases de datos profesionales o promoción en redes especializadas.
El modus operandi del detenido incluía dos métodos «especialmente eficaces» de engaño. Por un lado, empleaba identidades femeninas falsas en redes sociales para normalizar conversaciones de contenido sexual, solicitar imágenes íntimas y enviar material pornográfico. Por otro, aprovechaba su aparente posición de autoridad para ejercer control sobre los menores, creando en ellos una sensación de "deuda de gratitud" que utilizaba para obtener favores sexuales. También gestionaba otros perfiles falsos para captar nuevas víctimas, ofreciéndoles dinero a cambio de actos sexuales.
Origen de la investigación
La investigación comenzó en diciembre de 2024 tras el testimonio de una víctima que recibió apoyo psicológico. Esta declaración inicial «resultó determinante» para el desarrollo del caso, según destacó la Guardia Civil. El Equipo de Policía Judicial de Vecindario instruyó las diligencias, que posteriormente se remitieron al Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de San Bartolomé de Tirajana, en Gran Canaria.
Durante la investigación, la Guardia Civil recopiló las primeras pruebas en marzo de 2025. Un registro domiciliario permitió incautar nuevos elementos de interés para el caso. «Ninguna» de las otras víctimas menores había denunciado previamente los abusos, lo que subraya la gravedad del caso y la efectividad de la manipulación ejercida por el acusado.
Peligrosidad y alerta sobre 'grooming'
La Guardia Civil enfatizó la peligrosidad del detenido, derivada no solo de su capacidad de engaño y persuasión, sino también de su incumplimiento de la autoridad judicial durante la investigación. El cuerpo policial recordó que la mera captación de menores con fines sexuales constituye una infracción que «lo que justifica plenamente la intervención penal», especialmente cuando se abusa de una posición de confianza y autoridad.
El caso sirve de alerta sobre el fenómeno del 'grooming', término que define la manipulación intencionada por parte de un adulto para ganarse la confianza de un menor con el objetivo de abusar sexualmente de él. La Guardia Civil subraya la importancia de sensibilizar a familias y menores sobre este peligro que opera principalmente en el entorno digital.
Nota: Este artículo fue creado con Inteligencia Artificial (IA).
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