El Hospital Al Shifa de Gaza ha reanudado este miércoles las actividades de su centro de diálisis tras recibir 3.000 litros de combustible de emergencia. El centro médico había suspendido estos servicios vitales durante un día debido a la escasez de carburante en medio de la ofensiva militar israelí.
El Ministerio de Sanidad gazatí confirmó que el suministro de combustible "aliviará la crisis durante dos días" después de realizar "llamamientos de emergencia a organizaciones internacionales y nacionales". Las autoridades sanitarias han reiterado su petición urgente a la comunidad internacional para garantizar el suministro continuo de combustible.
Crisis humanitaria en hospitales
"Los trabajos se han retomado en el centro de diálisis en el complejo después de su suspensión ayer por la escasez de combustible", declaró el Ministerio de Sanidad a través de un comunicado oficial. La suspensión de estos servicios pone en riesgo directo la vida de pacientes con insuficiencia renal que dependen de la diálisis.
El Hospital Al Shifa, que anteriormente era el centro médico más grande de la Franja de Gaza, opera actualmente con capacidades muy limitadas. El hospital ha sido objetivo de varios ataques por parte de las fuerzas israelíes desde el inicio de la ofensiva y solo funciona en zonas parcialmente reabiertas.
Situación crítica del sistema sanitario
La mayoría de los centros médicos que permanecen operativos en el enclave palestino enfrentan condiciones similares de funcionamiento parcial. El bloqueo casi total israelí impide la entrega regular de ayuda humanitaria y bienes de consumo esenciales, incluido el combustible necesario para mantener los hospitales funcionando.
Las autoridades sanitarias han hecho un llamamiento específico a las organizaciones humanitarias para "preservar la vida de los pacientes y heridos" mediante el suministro continuo de combustible. La situación se agrava por la falta de medicamentos y equipos médicos básicos.
Balance de víctimas del conflicto
La ofensiva israelí contra Gaza comenzó en respuesta a los ataques del 7 de octubre de 2023, que según el Gobierno israelí dejaron aproximadamente 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados. Desde entonces, las autoridades del enclave palestino, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han denunciado más de 56.600 palestinos muertos.
Los expertos temen que la cifra real de víctimas sea superior debido a las dificultades para contabilizar los fallecidos bajo los escombros y en zonas de difícil acceso. La crisis humanitaria se intensifica día a día mientras continúa la ofensiva militar.
(EUROPA PRESS) Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.