La Organización de Naciones Unidas ha alertado este viernes de que alrededor de 150.000 rohingyas han huido de Birmania hacia Bangladesh en los últimos 18 meses. Se trata del "mayor éxodo al país vecino en años", según ha confirmado el organismo internacional.
La escalada del conflicto y la "violencia selectiva" en el estado de Rajine han provocado esta nueva oleada migratoria. El portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), Babar Baloch, ha puntualizado que "este es el mayor movimiento de refugiados rohingya hacia Bangladesh desde 2017".
Crisis humanitaria sin precedentes
En 2017, alrededor de 750.000 rohingyas "huyeron de la violencia mortal" que azotaba el estado de Rajine. Sin embargo, Baloch ha señalado que "este aumento de refugiados se ha producido de forma más gradual" que el registrado hace siete años.
Desde ACNUR siguen "trabajando estrechamente" con las autoridades locales para dar respuesta a las necesidades humanitarias más "urgentes". El organismo aboga por "un acceso controlado a la seguridad y al asilo para los civiles que huyen del conflicto" en curso.
Llamamiento urgente de financiación
El portavoz de la agencia ha apelado a la comunidad internacional porque "se necesita urgentemente más apoyo humanitario". Los recién llegados "se suman a casi un millón de refugiados rohingya hacinados en tan solo 24 kilómetros cuadrados".
La escasez de recursos ha limitado la asistencia a "servicios básicos" y "artículos de primera necesidad" para la creciente comunidad de refugiados. Esta ayuda "se encuentra ahora gravemente amenazada debido a la falta de financiación".
Riesgo de colapso sistémico
"Sin apoyo financiero inmediato, toda la operación podría enfrentarse a un colapso sistémico", ha sentenciado el organismo. El llamamiento humanitario de 2024 por 255 millones de dólares solo cuenta con el 35 por ciento de financiación.
"No tenemos los recursos para atender a los recién llegados ni a quienes ya estaban allí. Todo se verá afectado", ha agregado Baloch. De continuar así la situación, ACNUR prevé una grave afectación de los servicios de salud para septiembre y el agotamiento del gas licuado de petróleo, esencial para cocinar.
(EUROPA PRESS) Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.