Un estudio demuestra cómo las bebidas energéticas reducen el sueño en adolescentes

upday.com 1 dzień temu
Variedad de bebidas energéticas disponibles en supermercados, mostrando la amplia gama de productos accesibles a los adolescentes. (Photo by Jack Taylor/Getty Images) Getty Images

La Fundación del Sueño Mónica Duart (FSMD) ha revelado datos "preocupantes" sobre el impacto del consumo habitual de bebidas energéticas en la calidad y cantidad del sueño en adolescentes. Un estudio realizado por cuatro médicos del Hospital Universitario Doctor Peset confirma una clara relación entre la ingesta de estas bebidas y alteraciones significativas en los patrones de descanso.

La investigación demuestra que el 20 por ciento de los consumidores reportó síntomas como cefaleas o dificultades para conciliar el sueño. Los resultados representan un riesgo para el desarrollo físico, emocional y académico de los jóvenes, según ha informado la fundación en un comunicado.

Diferencias notables en el descanso

Los adolescentes que no consumen bebidas energéticas disfrutan de un sueño más prolongado y estable, mientras que sus compañeros consumidores sufren una reducción notable en la duración del sueño. Esta diferencia se atribuye al impacto de la cafeína y otros ingredientes estimulantes presentes en estas bebidas, que dificultan la conciliación y la calidad del sueño.

El análisis comparativo revela que quienes las consumen habitualmente presentan una reducción notable en la duración del sueño nocturno: 7,44 horas frente a 8,13 horas. Además, muestran una mayor irregularidad en los horarios y una mayor actividad nocturna durante el descanso (15,72 vs 9,8).

Patrones de consumo preocupantes

Entre los datos más destacados, el 70 por ciento de los consumidores de bebidas energéticas ha ingerido alcohol en alguna ocasión, frente al 30 por ciento del grupo de no consumidores. El 60 por ciento de los consumidores considera que el impacto sobre la salud depende de la dosis, mientras que el 80 por ciento de los no consumidores percibe las bebidas energéticas como perjudiciales en general.

La investigación constata que el 90 por ciento de los adolescentes consumidores ingiere estas bebidas por la tarde o noche, y que el 80 por ciento lo hace en contextos sociales, principalmente con amigos. En cuanto a los motivos de consumo, un 50 por ciento indicó haber empezado por curiosidad y el otro 50 por ciento por influencia del grupo social.

Llamada urgente a la acción

La presidenta de la fundación, Mónica Duart, ha insistido en la necesidad de tomar medidas concretas que protejan el bienestar de niños y adolescentes. "El consumo de bebidas energéticas en la infancia y adolescencia ha pasado de ser una práctica ocasional a convertirse en una conducta habitual en muchos contextos escolares, deportivos y sociales", ha declarado.

Duart ha destacado que cualquier alteración en la calidad o cantidad de sueño puede derivar en consecuencias clínicas significativas. Entre ellas menciona un deterioro del rendimiento escolar, mayor incidencia de trastornos de conducta, déficit de atención e incluso un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas a largo plazo.

Falta de regulación efectiva

La fundación ha alertado sobre la normalización del consumo de estas bebidas entre menores, muchas veces sin una conciencia clara de sus efectos. La presidenta ha advertido que "la falta de una regulación eficaz permite que su acceso sea libre".

La venta en supermercados, máquinas expendedoras e incluso centros escolares, unida a la intensa promoción en redes sociales y eventos deportivos, ha contribuido a la normalización de su consumo entre la juventud. El 80 por ciento de los consumidores lo hace por el sabor, y solo un 20 por ciento busca mejorar su rendimiento físico o cognitivo.

Metodología del estudio

El estudio ha sido realizado por las doctoras Cristina Barreda, Pedro Quiles, Ana Rodríguez y Vanessa Martín del Hospital Universitario Doctor Peset de Valencia. La investigación se enmarca en la beca de investigación promovida por la Fundación del Sueño Mónica Duart junto con la Fundación de Pediatría de la Comunidad Valenciana.

La muestra incluyó 20 adolescentes varones entre 12 y 16 años, con una media de edad de 13,8 años, todos ellos jugadores del Club de Baloncesto Puerto de Sagunto. Los participantes fueron divididos en dos grupos de diez jóvenes: consumidores habituales de bebidas energéticas y no consumidores, todos con rutinas deportivas similares.

(EUROPA PRESS) Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.

Idź do oryginalnego materiału