Uruguay se convirtió este miércoles en el tercer país de América Latina en legalizar la eutanasia tras la aprobación de la llamada ley de "muerte digna". La Cámara de Senadores respaldó la normativa con 20 votos de un total de 31 legisladores.
El oficialismo del Frente Amplio logró sumar a sus 17 escaños el apoyo de tres senadores de la oposición. Entre ellos figuran la nacionalista Graciela Bianchi y los colorados Ope Pasquet y Heber Duque, según informó el diario 'El Observador'.
La nueva legislación establece como objetivo «regular y garantizar el derecho de las personas a transcurrir dignamente el proceso de morir». Podrán solicitarla personas mayores de edad con enfermedades terminales o que padezcan sufrimientos insoportables debido a patologías incurables.
Procedimiento médico establecido
El proceso requiere la evaluación de dos médicos diferentes en un plazo máximo de ocho días. El primer profesional debe verificar las condiciones del paciente e informarle sobre tratamientos alternativos disponibles, incluidos los paliativos.
Un segundo médico estudiará el caso para confirmar la opinión del primero. Si ambos coinciden, el paciente deberá ratificar su decisión ante dos testigos antes de concertar la fecha del procedimiento.
La solicitud debe presentarse por escrito y los médicos tienen la obligación de verificar que la voluntad del paciente sea «libre, seria y firme».
Celebraciones y críticas políticas
El secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, celebró que Uruguay «vuelve a ser pionero en agenda de derechos». Destacó que la ley refleja «un profundo compromiso con la dignidad humana y con la libertad».
El senador Daniel Caggiani expresó que el país es hoy «un poco más libre y más humano». Envió un mensaje especial a quienes «vienen luchando por el derecho a decidir sobre su propia vida y el final de sus padecimientos».
Sin embargo, varios legisladores manifestaron su oposición durante el debate. El nacionalista Martín Lema cuestionó que la ley sugiera que alguien que lucha por vivir «merece el concepto de ser indigno», según recogió 'El País'.
Antecedentes legislativos
El senador colorado Pedro Bordaberry criticó el proyecto por «grandes errores de redacción» y por estar escrito exclusivamente desde la perspectiva médica. Argumentó que la falta de cuidados paliativos en todo el país limita la libertad de elección de los pacientes.
No obstante, su correligionario Ope Pasquet respaldó la normativa tras haber impulsado una iniciativa similar en 2020. Planteó si una persona adulta «¿tiene el derecho a morir cuando lo decida o tiene el deber de vivir hasta que le llegue la muerte natural?».
Con esta aprobación, Uruguay se suma a otros 10 países a nivel mundial que han regulado la eutanasia. El proyecto había sido aprobado previamente por la Cámara Baja antes de llegar al Senado.
Fuentes utilizadas: "Europa Press" Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.