El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado a Ucrania un ultimátum: tiene hasta el próximo jueves 27 de noviembre, Día de Acción de Gracias, para aceptar un plan de paz de 28 puntos negociado entre Washington y Moscú. Si Kiev rechaza la propuesta, la Administración estadounidense está dispuesta a retirar su apoyo militar al país invadido.
El plan exige concesiones drásticas por parte de Ucrania. Debe ceder toda la región oriental de Donbás a Rusia, una zona donde actualmente controla aproximadamente el 12% del territorio con una línea de frente fuertemente fortificada. Además, Ucrania tendría que reducir sus fuerzas armadas a la mitad, limitándolas a un máximo de 600.000 efectivos, y renunciar a su aspiración de ingresar en la OTAN.
El secretario del Ejército de EE.UU., Dan Driscoll, presentó la propuesta al presidente ucraniano Volodímir Zelenski en Kiev este jueves. El plan fue negociado entre el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, y el emisario del Kremlin, Kiril Dmitriev, sin la participación de Ucrania ni sus aliados europeos.
La difícil elección de Zelenski
El mandatario ucraniano reconoció este viernes que su país se enfrenta a un momento crítico. En un mensaje a la nación, afirmó: «Este es uno de los momentos más difíciles de nuestra historia. Es uno de los momentos de más presión sobre Ucrania. Ahora Ucrania puede encontrarse ante elecciones muy difíciles. O perder la dignidad o arriesgarse a perder a un aliado clave. O 28 puntos difíciles o un invierno extremadamente complicado».
Zelenski aseguró que trabajará para poner fin a la guerra y anunció que coordinará la respuesta de Ucrania con los líderes de Francia, Reino Unido y Alemania. En una reacción a las declaraciones de Vladímir Putin, el presidente ucraniano lanzó una invitación al líder ruso: «Él puede venir a Kiev a reunirse conmigo».
Trump mantiene la presión
En una entrevista con Fox Radio, Trump defendió el plazo establecido: «Si las cosas funcionan bien, puedes prorrogar los plazos, pero creemos que el jueves es un momento apropiado». El mandatario estadounidense describió el conflicto como «fuera de control, es una masacre, un baño de sangre», y advirtió que Ucrania «está perdiendo territorio».
Trump destacó que Estados Unidos ha proporcionado a Ucrania «los mejores equipamientos militares del mundo», pero manifestó su frustración por la duración de una guerra que, según él, «iba a ser cuestión de un día y lleva ya cuatro años». Sin embargo, aseguró que las sanciones contra Rusia continuarán: «Las sanciones van a continuar y son muy contundentes, porque toda la economía rusa se basa en el petróleo».
Este viernes entraron en vigor nuevas sanciones estadounidenses contra los gigantes petroleros rusos Lukoil y Rosneft, las únicas aprobadas durante el actual mandato de Trump. La ayuda militar de EE.UU. a Ucrania se ha reducido enormemente desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, limitándose ahora a lo que los aliados europeos compran a Washington para enviar a Kiev.
Nota: Este artículo fue creado con Inteligencia Artificial (IA).









