Las olas de calor fueron los fenómenos meteorológicos extremos más mortíferos de 2025, según reveló el martes la asociación científica World Weather Attribution (WWA) en su informe anual. El análisis concluye que 17 de 22 eventos extremos estudiados en profundidad fueron agravados o se volvieron más probables debido al cambio climático. El hallazgo cobra especial relevancia porque 2025 se posiciona como uno de los tres años más cálidos jamás registrados y aproximadamente 4.000 millones de personas experimentaron al menos un mes adicional de días de calor extremo atribuibles a la crisis climática.
La WWA identificó un total de 157 eventos climáticos extremos en 2025 que cumplieron criterios humanitarios específicos, como causar más de 100 muertes o afectar a más de la mitad de la población de una zona. Las olas de calor e inundaciones empataron como los fenómenos más frecuentes con 49 eventos cada uno, seguidos por tormentas (38), incendios forestales (11), sequías (7) y olas de frío (3). De los 22 eventos analizados exhaustivamente, la organización estudió tres en África, siete en América, cinco en Asia, seis en Europa y uno en Oceanía.
Impacto mortal y económico
Las tormentas en Asia y el Sudeste Asiático cobraron más de 1.700 vidas durante el año. Los ciclones y tormentas tropicales se situaron entre los eventos más letales de 2025, con la WWA demostrando que el cambio climático aumentó la probabilidad e intensidad de las lluvias asociadas, así como la probabilidad de incendios forestales significativos. En 195 países, el número de días de calor extremo al menos se duplicó en comparación con un mundo preindustrializado.
La última década es la más cálida de la historia moderna, y el trío formado por 2023, 2024 y 2025 resulta sin precedentes en términos de temperaturas extremas. Los efectos fueron evidentes: oleadas de incendios, pérdidas agrícolas, cortes en el suministro eléctrico y aumento de consultas médicas por golpes de calor. Los expertos señalan que la desigualdad en la capacidad de adaptación convierte el fenómeno en una crisis climática y socioeconómica, con países y comunidades con menos recursos sufriendo más severamente.
Llamado urgente a la acción
Friederike Otto, profesora de Ciencias Climáticas en el Imperial College de Londres y cofundadora de la WWA, advirtió según el informe que los eventos extremos de 2025 se han vuelto «menos hipotéticos y más brutales». Otto agregó: «Nuestro informe muestra que, a pesar de los esfuerzos por reducir las emisiones de carbono, estos no han logrado prevenir el aumento de la temperatura global ni sus peores impactos. Los responsables de la toma de decisiones deben afrontar la realidad de que su continua dependencia de los combustibles fósiles está costando vidas, millas de millones en pérdidas económicas y causando daños irreversibles a comunidades de todo el mundo».
Los expertos de la WWA pidieron reducir la vulnerabilidad y exposición de la población para salvar vidas, enfatizando que la reducción drástica de las emisiones de combustibles fósiles sigue siendo la política clave para evitar los peores impactos del cambio climático. Sin medidas ambiciosas, la frecuencia y gravedad de los eventos extremos seguirán aumentando.
Nota: Este artículo fue creado con Inteligencia Artificial (IA).



